21/6/10

EL TOMATE, TODA UNA AVENTURA












...Repanchingado en el banco, bajo el tilo, yo despertaba de una siesta voluptuosa, mecido por el canturreo de las hojas y, bajo esa pérgola de miel dulce, mordía el fruto, mordía el tomate.

En ensalada, al horno, en un pisto, en mermelada, asados, rellenos, confitados, cherry, gordos y blandos, verdes y ácidos, acompañados de aceite de oliva, de sal gorda, con vino, azúcar, guindilla, triturados, pelados, en salsa, en compota, en espuma, en sorbete incluso: creía conocerlos a fondo y, en más de una ocasión, haber descubierto su secreto, al capricho de las crónicas que me habían inspirado los menús de los más grandes. Qué estúpido, cuan patético... Inventé misterios donde no los había, y lo hice para justificar un negocio lamentable. ¿Qué es escribir, por muy suntuosas que sean las crónicas, si no dicen nada de la verdad, si poco se preocupan del corazón, presas como están del placer de brillar? El tomate, sin embargo, lo conocía desde siempre, desde el huerto de la tía Marthe, desde el verano que alimenta la pequeña excrecencia enclenque con un sol cada vez más ardiente, desde la raja que abrían mis dientes para rociarme la lengua con un jugo pleno, tibio y rico, cuya generosidad esencial mitigan el frescor de las neveras, la afrenta de los vinagres y la falsa nobleza del aceite. Azúcar, agua, fruto, pulpa, ¿líquido o sólido? El tomate crudo devorado en el huerto, recién cogido, es el cuerno de la abundancia de las sensaciones simples, una cascada que se dispersa en la boca y reune en ella todos los placeres. La resistencia de la piel tersa, sólo un poco, lo justo nada más, la blandura de los tejidos, la suavidad de ese néctar, con sus pepitas, que resbala por la comisura de los labios y uno se limpia sin temor de mancharse los dedos, esa bolita carnosa que vierte en nosotros torrentes de naturaleza: eso es el tomate, toda una aventura.

(Rapsodia Gourmet, de Muriel Barbery)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido “Vitorio”:
Hace ya un tiempo, que no me paseaba por tu blog.Lo he encontrado magnífico y estoy pasando un rato formidable.
Posiblemente algún día consiga tu nivel en la cocina.Posiblementen logre ir a tu rueda sabiendo por esas cuestas de Ezcaray, pero de lo que no me creo capad es de escribir tan bien como tu .....que bien lo haces
Un abrazo “Pikatronkos” y continua escribiendo ...........