21/10/08

CARACOLES CON SALCHICHON FRESCO


No todo en la vida va a ser bacalao.
Aunque van a seguir, espero, varias entradas más sobre la gastronomía del bacalao, ese maravilloso pescado (Gadus morhua) hoy le toca a los caracoles, otro de mis alimentos favoritos y a los que frecuentemente les hago buen aprecio, devorándolos con fruición.

Suelo comprar con frecuencia, en un pequeño puesto de la plaza de San Agustín, entrando por la calle Sagasta, a la derecha, una especie de gran salchicha fresca que el carnicero le llama salchichón fresco. Es un embutido sabroso que hecho a la plancha se deja acompañar perfectamente con pimientos asados, salsa de tomate, setas o patatas fritas. En este caso voy a hacerlo con caracoles.

Previamente he cocido los caracoles. Hoy los he comprado en una tienda de la calle Murrieta donde los tienen excelentes. Los venden a peso y te ponen los que quieras al precio de unos 12 €/kilo. Vienen muy, muy limpios; yo únicamente los he "despertado" para eliminar los que no estuvieran vivos y los he puesto a remojo con un poco de sal gruesa. Les he cambiado el agua un par de veces y finalmente los he puesto al fuego para engañarlos. Vuelvo a cambiar el agua, lavándolos bien bajo el grifo en cada cambio y esta vez, ya muertos, los he puesto de nuevo en el fuego hasta hervir. Los he vuelto a lavar y otra vez a la cazuela con agua que los cubra bien y, esta vez, con laurel, tomillo, romero, orégano, media cebolla y pimienta en grano machacada.
Los he tenido cociendo 20 minutos y, bien escurridos ya se pueden guardar para su uso inmediato o para congelar en bolsas...

En una cazuela con aceite he dorado el salchichón cortado en trozos y luego lo he reservado aparte. En el mismo aceite he salteado las setas cortadas en juliana con dos ajitos y una vez hechas, también las he dejado aparte. En la misma cazuela, con el mismo aceite he pochado media cebolla, un pimiento rojo de los que llamamos choriceros y dos cayenas picadas. Cuando todo estaba en su punto he añadido un poco de puré de tomate casero y vino blanco. A los 5-10 minutos he añadido las setas, los trozos de salchichón y los caracoles. He probadode sal y azúcar (al echar el tomate he puesto una cucharita de azúcar moreno) y he dejado todo a fuego muy manso un cuarto de hora.

Será un plato para mañana, el reposo le sentará bien. Y, aunque no debería, abusaré un poco de un buen pan y un buen vino. Pero soy de voluntad débil. ¿Qué le voy a hacer?

¡Qué aproveche!

4 comentarios:

pfp dijo...

jope, que pinta, y yo aquí, mirando la foto... por cierto bodegónes preciosos... de hermano de artista... je, je
¿Ya no pones manzana en vez de azucar en la salsa de tomate? ¡lo aprendí de ti y va muy bien¡.

pfp dijo...

por cierto, tengo clikao en mi blog "sanfaina d´arts" es en catalán pero no creo que tengas dificultades, tiene traductor y fundamentalmente son recetas y mucha gente linkada de cocina. ¡Entra¡, Enric es un enamorado de la ópera también.

pjdfp dijo...

Bueno, esta tiene muy buena pinta.
Aunque nunca (de momento, quiza cuando sea abuelo en el 2080) haré estas recetas.
De todas maneras, el salchichón fresco ¿es lo que por aquí se suele llamar botifarra?
que ya de por si es un manjar, merece la pena una entrada en exclusiva.
Rellena de rovellons (niscalos o cualquier otro tipo de hongo), queso, foi gras etc. En un barrio de Barcelona, el Born, hay una butifarreria "La botifarreria del Born" con más de 20 tipos de relleno, es un museo de la butifarra.
Acompañada de mongetes secas o patas fritas.

pjdfp dijo...

Perdón el nombre correcto es "La botifarreria de Santa María" En uno de los lados de la Iglesia de Santa Maria en el Born.