14/1/11
CONFIT DE PATO
Es usual para los poco iniciados en el mundo de la gastronomía y la cocina, que cuando se les ofrece algo "confitado" se asusten equivocándose al pensar que lo que ofrecemos es algo así como una mermelada.
Ocurre con los hongos, los pimientos, la cebolla, la caza, etc. etc.
La verdad es que la explicación lingüística tampoco está muy clara... Consulto un diccionario (Larousse Español-Francés) y la palabra confiter no existe... Voy al español y busco confitar : confire, pero en la parte francesa confire tampoco existe lo que me sugiere que es un error u olvido. Sí que traducen confit como confitado refiriéndose a las frutas confitadas y como término culinario citan el confit d'oie como confit de oca (conservada en su grasa)...
La siguiente palabra es confiture que se traduce como mermelada.
Me voy al Larousse de la cuisine.
- Confit: quartier de volaille (oie ou canard) cuit dans sa graisse...Es decir, "cuarto (o trozo) de ave (oca o pato) cocido en su grasa...
- Confiture: preparación hecha de frutos cocidos en azúcar...
Un maravilloso libro de cocina que recomiendo a todo el mundo, aunque creo que no está traducido al castellano es L'AMATEUR DE CUISINE escrito por Jean-Philippe Derenne (Profesor y Jefe de Servicio de Neumología y Rehabilitación en un gran hospital de Paris, Salpetrier). En este libro dice que los confits se hacen en una grasa, en particular la de oca o pato, calentada moderadamente, muy por debajo de las temperaturas utilizadas para la fritura. Las confituras se preparan según el mismo principio: las frutas se cuecen en un sirope de azúcar sin que se calienten demasiado...
O sea que nos quedamos la idea de que CONFITAR (confire) un alimento es cocerlo a baja temperatura en una grasa. Por extensión esta grasa puede ser también un aceite y así confitamos las setas con un resultado magnífico y los pimientos en algunas ocasiones.
Todo este rollo para acabar diciendo que los muslos de pato, en KABANOVA Comedor, los compramos en lata, ya confitados por proveedores de confianza y que únicamente los metemos en horno muy fuerte para que se dore la piel y los acompañamos con una guarnición que tenga toques dulces. En este caso con una cebolla caramelizada con Pedro Ximenez y unas patatas panadera...
¡Que aproveche!
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