27/11/10

CREMA DE ALMENDRAS CON VIEIRA





























Otra receta sencilla y en este caso apropiada para las fechas que se aproximan. Es una entrada caliente, sabrosa y con una textura que, luego os explico, se puede variar para que sea más o menos contundente.

Necesitamos un buen caldo de pollo (también vale un caldo muy suave de pescado o uno de verduras), cebollas chalotas o cebolletas, puerro blanco, almendras, mantequilla, aceite de girasol, crema de leche, perejil fresco y vieiras (o almejas, chirlas, berberechos...).

La base es hacer un sofrito lento en una cazuela con mantequilla y un poco de aceite de girasol con las chalotas y el puerro picaditos. Que no tengo chalotas... pues una cebolleta...

Una vez bien pochados añadimos las almendras picadas en el mortero, sin falta de esmerarse demasiado porque luego van a ir a la batidora. Seguimos rehogando unos minutos y añadimos el caldo. Dejamos que hierva y bajamos la temperatura, tapamos la cazuela y dejamos que cueza a fuego lento unos 12 - 15 minutos.

Entonces lo pasamos a la thermomix y dejamos batir un minuto sin demasiada velocidad, más o menos al 5-6. Ahora lo colamos por un colador no demasiado fino y el resultado lo volvemos a poner en la cazuela donde añadimos un chorrito de nata y le damos el punto de sal y pimienta. Damos unas vueltas y cuando está bien caliente se espolvorea perejil picado fresco y ya está a punto de servir.

A parte, en KABANOVA, hacemos unas vieiras a la plancha, sin más que marcarlas un momento con unas escamas de sal y las ponemos nadando en medio del plato. Lo mismo se puede hacer con unas almejas abiertas al vapor, o unos berberechos, o incluso con unos mejillones burdamente picados...

Respecto a lo que os decía al principio de la textura, depende de como os guste. Si la crema la pasais por un colador más fino el resultado será una crema mucho más clara, más suave en boca y con casi todo el sabor intacto. Si os apetece poner al final un poco más de mantequilla, el resultado será más brillante y respecto a la cantidad de nata, también podéis variar. A mí en concreto me parece que hay que añadir muy poca para que no "sepa a nata" pero que le de un poco de suavidad, pero para gustos están los colores y cada uno en su cocina que haga lo que le parezca...

¡Que aproveche!

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