No en todo el mundo comer calamares está bien visto. A nosotros nos pasa como con los caracoles, que además de sabernos tan ricos, nos parecen tan monos. Otros pueblos se comen las orugas y los saltamontes y también les parece la cosa más normal.
En Galicia he comido chipirones recién pescados, deliciosos, encebollados, sin limpiarlos y, salvo por la pluma que es molesta a la hora de comerlos, el sabor es maravilloso, siempre que no te den ascos saber que te estás comiendo las tripas incluidas.
Diego, nuestro inolvidable amigo, socio y cocinero, los hacía encebollados y era uno de sus platos estrellas. Los limpiaba minuciosamente pero NO les quitaba la piel porque aprendió (creo que en Santander) que les daba un sabor especial.
Nuestro nuevo cocinero Tabo, los prepara a su manera bien limpitos, pero también con la piel por indicación mía y recuerdo a Diego.
Ya se sabe que los calamares tienen dos puntos de cocción, el primero que es a la plancha, vuelta y vuelta y el otro que es cociéndolos un buen rato.
Si se tienen a la plancha más tiempo que el necesario se quedan duros y hay que acabar de cocerlos.
La receta de hoy sólo necesita tener preparadas unas patatas panadera y los mojos verde y rojo.
Los mojos se hacen con cilantro, ajo, cebolla, perejil, romero, comino, miga de pan, aceite, vinagre y sal y además para el verde, se añade pimiento verde y perejil y para el rojo, pimiento rojo y pimentón.
Cuando van a "salir" se echan a la plancha los calamares con un poco de aceite y sal gruesa y según se van encogiendo y coloreando se dan la vuelta y en un "amén jesús" ya están hechos.
¡Que aproveche!
En Galicia he comido chipirones recién pescados, deliciosos, encebollados, sin limpiarlos y, salvo por la pluma que es molesta a la hora de comerlos, el sabor es maravilloso, siempre que no te den ascos saber que te estás comiendo las tripas incluidas.
Diego, nuestro inolvidable amigo, socio y cocinero, los hacía encebollados y era uno de sus platos estrellas. Los limpiaba minuciosamente pero NO les quitaba la piel porque aprendió (creo que en Santander) que les daba un sabor especial.
Nuestro nuevo cocinero Tabo, los prepara a su manera bien limpitos, pero también con la piel por indicación mía y recuerdo a Diego.
Ya se sabe que los calamares tienen dos puntos de cocción, el primero que es a la plancha, vuelta y vuelta y el otro que es cociéndolos un buen rato.
Si se tienen a la plancha más tiempo que el necesario se quedan duros y hay que acabar de cocerlos.
La receta de hoy sólo necesita tener preparadas unas patatas panadera y los mojos verde y rojo.
Los mojos se hacen con cilantro, ajo, cebolla, perejil, romero, comino, miga de pan, aceite, vinagre y sal y además para el verde, se añade pimiento verde y perejil y para el rojo, pimiento rojo y pimentón.
Cuando van a "salir" se echan a la plancha los calamares con un poco de aceite y sal gruesa y según se van encogiendo y coloreando se dan la vuelta y en un "amén jesús" ya están hechos.
¡Que aproveche!
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